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NO me gusta ser ni estar linda. Sin embargo, todos los días, antes de ir a la escuela, mi mamá se fija: si mi vestido está bien planchado, si mi pelo está bien peinado, si mis medias están prolijas, y mis zapatos lustrados.
Tengo prohibido: ensuciarme, enojarme y, por supuesto, ¡meterme el dedo en la nariz!
No me gusta ser linda
NO me gusta ser ni estar linda. Sin embargo, todos los días, antes de ir a la escuela, mi mamá se fija: si mi vestido está bien planchado, si mi pelo está bien peinado, si mis medias están prolijas, y mis zapatos lustrados.
Tengo prohibido: ensuciarme, enojarme y, por supuesto, ¡meterme el dedo en la nariz!
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