Un perro puede husmearse su propia cola, tu nariz puede estar detrás de tu cabeza y las curiosas bandas descubiertas por un matemático alemán llamado Auguste Ferdinand Möbius (1790-1868) pueden convertirse en un libro-objeto con historias ilustradas en recorte de papel, sin arriba ni abajo, ni atrás ni adelante, porque son infinitas.

Este libro tuvo su primera edición en Francia, en el año 1995. Su título era otro: Refrains sans freins. Previamente a esta edición, el autor había peregrinado por las editoriales argentinas pero si bien la propuesta era muy bien aceptada por los editores, todos coincidían en que no existía una colección capaz de contenerla, y “a los libros así, raros, los libreros no saben dónde meterlos”, era la respuesta repetida.

Un sobre-tapa, rectangular, angosto y largo. En uno de sus extremos, un personaje, cuya nariz continúa más allá del borde para “dar la vuelta” y finalizar en su nuca, literaliza el título del libro.

En el revés del sobre, el equivalente de la contratapa, hallamos los datos del autor. Pero la presentación del autor no es nada convencional y resulta coherente a lo que luego hallaremos en el interior. Ésta adquiere la estructura del famoso “Cuento de la Buena Pipa”, aquel que siempre se repite en un perpetuo inicio sin conclusión, o que concluye cuando los niños han decidido que ya es tiempo de terminar y jugar a otra cosa.

Dentro del sobre el lector hallará siete bandas de papel. La primera, que podríamos llamar: la banda-portadilla, ofrece gráficamente las instrucciones para armar las bandas infinitas.

Es que de eso se trata. Cada una de las micro-historias que corresponden a las seis bandas restantes requiere la conversión en cinta de Moebius para su lectura; y esto se consigue con un troquelado en los extremos de cada banda. 

(Reseña de Marcela Carranza, disponible en www.imaginaria.com)

 

Detrás de él, estaba su nariz - Istvansch

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Un perro puede husmearse su propia cola, tu nariz puede estar detrás de tu cabeza y las curiosas bandas descubiertas por un matemático alemán llamado Auguste Ferdinand Möbius (1790-1868) pueden convertirse en un libro-objeto con historias ilustradas en recorte de papel, sin arriba ni abajo, ni atrás ni adelante, porque son infinitas.

Este libro tuvo su primera edición en Francia, en el año 1995. Su título era otro: Refrains sans freins. Previamente a esta edición, el autor había peregrinado por las editoriales argentinas pero si bien la propuesta era muy bien aceptada por los editores, todos coincidían en que no existía una colección capaz de contenerla, y “a los libros así, raros, los libreros no saben dónde meterlos”, era la respuesta repetida.

Un sobre-tapa, rectangular, angosto y largo. En uno de sus extremos, un personaje, cuya nariz continúa más allá del borde para “dar la vuelta” y finalizar en su nuca, literaliza el título del libro.

En el revés del sobre, el equivalente de la contratapa, hallamos los datos del autor. Pero la presentación del autor no es nada convencional y resulta coherente a lo que luego hallaremos en el interior. Ésta adquiere la estructura del famoso “Cuento de la Buena Pipa”, aquel que siempre se repite en un perpetuo inicio sin conclusión, o que concluye cuando los niños han decidido que ya es tiempo de terminar y jugar a otra cosa.

Dentro del sobre el lector hallará siete bandas de papel. La primera, que podríamos llamar: la banda-portadilla, ofrece gráficamente las instrucciones para armar las bandas infinitas.

Es que de eso se trata. Cada una de las micro-historias que corresponden a las seis bandas restantes requiere la conversión en cinta de Moebius para su lectura; y esto se consigue con un troquelado en los extremos de cada banda. 

(Reseña de Marcela Carranza, disponible en www.imaginaria.com)